En esta nueva añada de Pago de Capellanes Joven Roble, vuelve a estar muy presente lo que le ha dado su reconocimiento, su carácter frutal y aroma. Tiene una acidez refrescante muy equilibrada y un nivel bajo de taninos, lo que lo hace un vino muy fácil de beber. Como las ganas de compartir una buena charla, un encuentro de amigos o un bocado sabroso, siempre está con nosotros el vino que representa la jovialidad y el disfrute.