Entre las cepas centenarias de verdejo de El Pago de Saltamontes, viñedo familiar anterior a 1863, se encuentra una insólita cepa tinta, de genética desconocida, que Javier Sanz ha recuperado por su originalidad y sólo se encuentra hoy en sus viñedos. La colorado es una variedad genuina ya por su ampeología: hojas brillantes y muy dentadas, uvas pequeñas, cilíndricas y sueltas (lo que favorece su aireación e insolación) y pulpa blanca con vetas tintas.