Pensando en los Eiswein (vinos de hielo), que son obtenidos por congelación de la uva en el viñedo, posterior prensado en frío y fermentación a baja temperatura, Jaume Gramona se propuso conseguir un vino de similares características sin tener heladas en el viñedo los meses de recolección. La única forma, también natural, que podía concentrar aún más este mosto después de una vendimia tardía, era mediante su congelación parcial, que supone un absoluto control enológico del proceso: supraestracción y crioextracción en cámara de frío.