La jirafa es desde hace mucho tiempo un símbolo para Glenmorangie. Con su extraordinaria altura, este animal ilustra perfectamente los imponentes alambiques de cobre en los que se destila este single malt. Sus 5,14 metros, el equivalente al cuello de una jirafa adulta, los convierten en los más altos de Escocia, y permiten que sólo asciendan por su cuello los vapores más ligeros y delicados.Para rendir tributo a este animal, la destilería ha lanzado una edición regalo que consiste en una llamativa caja metálica naranja con pequeñas perforaciones que simulan las características manchas de su piel.