1856. La Maison crea su primer champagne Brut, el Perrier-Jouët Grand Brut, en su búsqueda de perfección y calidad. Para cumplir el deseo de satisfacer a sus clientes ingleses, el Chef de Caves en el cargo por aquel entonces decidió reducir de forma significativa la cantidad de azúcar de las cuvées y dejar al descubierto la finura de sus ensamblajes. De este modo nacía el primer champagne Brut de la historia y el más degustado del mundo.