Cîroc se diferencia de otros vodkas al ser elaborado con las mejores uvas francesas en lugar de cereales, lo que le otorga un carácter de lujo, suavidad y sofisticación. Fundada en 2003 en el sur de Francia, la marca emplea un proceso de destilación inspirado en más de un siglo de experiencia vitivinícola. Las botellas de Cîroc, altas y esbeltas, llevan en relieve la figura de un gallo sobre un racimo de uvas, símbolo de la región de Gaillac y su rica tradición vinícola.